lunes, 23 de junio de 2008

Vuelva usted mañana

Por: Luis Alarcón Ll.*
El vigilante que se niega a atenderme en la Dirección de Trabajo y promoción del Empleo, maneja, mientras toma sus alimentos, cualquier argumento digno de un desentendido. Sólo traigo una invitación, nada más, le insisto. Pero él me hace un no con una mano y la cabeza; y dice que solo me atenderán en mesa de partes y que han salido; que me espere… o que mejor regrese.
La burocracia, la mala burocracia, es entendida como el recorrido tortuoso de un documento o expediente, o como el número de personas a las que se debe recurrir para un trámite. Unas veces, la burocracia es un proceso instaurado, formal, aun cuando se sepa que entrampa las cosas y genera costos; otras, es un ejercicio voluntario de dejadez tan coincidentemente practicado al interior de una organización que parece un proceso legítimo. En el Perú, ha acuñado un verbo, “pasear”: te “pasean” cuando te tienen de un lado a otro sin atenderte.
En el Perú hay lo uno y lo otro. Hernando de Soto, descubrió alguna vez que poner un negocio legal tomaba, en idas y vueltas, 289 días y suponía 1,231 dólares gringos. Un estudio del Banco Mundial demostró que los países más pobres son a su vez más burocráticos y puso, hace unos años, una lista negra que encabezaba Haití, seguido de Paraguay, Bolivia, Ecuador, Honduras y Brasil. Se trataba de burocracia instaurada.
La otra burocracia, la de tipo eventual, es peor. Al no saber alguien si se le atenderá en poco o mucho tiempo, si deberá quemar una o varias etapas hasta que se le atienda o tramite una solicitación, se crean climas de desconfianza, amén de modos “creativos” de corrupción de funcionarios, y fuga hacia la informalidad, y en casos extremos la inanición: “no me atienden rápido en el Seguro Social; por eso ni me veo de la columna, manita”, le escucho decir de una señora a otra, que espera a su hijo en la cabina de Internet desde donde escribo estas líneas.
Un estudio realizado por un conjunto de docentes de la universidad donde laboro y 62 alumnos, y que fue presentado en sociedad el viernes, mostró que en 68 pedidos de información a tres dependencias del Gobierno Regional hubo burocracia atosigante, innecesaria hasta en el 88% de los casos.
La burocracia no es un fenómeno nuevo. Cuenta un mito chino que uno de los emperadores que reinó en la Ciudad Prohibida, al verse cansado de que para él mismo llegar a sus edecanes y funcionarios tuviera que tomarle tantos caminos y puertas, ideó un sistema de acceso secreto por el cual estaba más rápido en el lugar indicado; y era así más feliz. Sacarle la vuelta a la burocracia. Ese es el mensaje que nos dejó el emperador, cuando mejor sería cortarla sin más por los sano.

*Director de Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sipán

luisalarconll@gmail.com

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