lunes, 7 de julio de 2008

La edad de la inocencia

Así como en el Perú se debate el tema de la despenalización de la violación a menores si la relación es consentida, cruzando el atlántico, en Francia, la opinión pública y los políticos cruzan argumentos para definir si bajan o no en su legislación la edad mínima para imputar delitos. Aunque en esferas, y no sólo en continentes y realidades distintos, en ambos casos se trata de problemas que parten de lo mismo ¿En que momento de la vida de un hombre y mujer se puede ser totalmente responsable de sus actos?

La respuesta no es, de ningún modo, sencilla. La biología marca edades más o menos en consenso. La psicología… se reserva ese derecho. Aunque relacionadas a ciertas edades cronológicas, La psicología, sólo señala etapas que se van quemando hacia la adultez. Quedan en el camino, niñez, pubertad, adolescencia y juventud (llamada eufemísticamente adultez temprana). Si hay algo claro, es que desde púberes, se contará con la capacidad biológica para, por ejemplo, practicar el sexo (claro, el sexo, o mejor la sexualidad, es un todo complejo mucho más allá de lo biológico).

Otro asunto es la responsabilidad tanto ante el sexo como ante otras accionares; entre ellas la comisión de faltas y delitos. Los que se oponen a la despenalización de delitos sexuales previo consentimiento del menor, en el Perú, como a la penalización de delitos a ciudadanos con sólo 16 años, en Francia, esgrimen argumentos tradicionales aunque no menos lógicos. La inmadurez psicológica es la más fuerte.

En la otra orilla, quienes propugnan “pisar el suelo de la realidad” y procurar responsabilidades al menos compartidas, parten entre otras premisas que ahora los jóvenes maduran mucho más temprano: En el país, la edad de la iniciación sexual ha bajado en dos años y más, en la última década; también la del consumo de drogas; y aunque el terreno pueda resultar distante, cada vez más púberes toman el auto de sus padres, lo manejan bien, aunque el sistema no les permita circular en calzadas y carreteras. Más de un suspicaz corregirá: una cosa es meterse a hacer algo, otra, ser consecuente con ello.La palabra clave vuelve a ser responsabilidad.

En el mundo, la edad promedio para asumir ciudadanía es de 18 años. Antes fueron los 21. Entre otros factores, lo que impulso esa medida fue una realidad contrastante: muchos jóvenes de 18, 19 ó 20 ya trabajaban y no gozaban de los mismos derechos laborales sólo por esperar sus 21. Esa era lo que podría llamarse una “imposición real positiva”. Para las ley que se discute en Francia se parte de lo que podría ser una “imposición real negativa”, los jóvenes cometen delitos, a veces terroristas, y se amparan en su edad para burlar a la ley… o alguien los utiliza para ello. El debate de la sexualidad consentida en Perú es ¿una imposición real? Un grupo de feministas y el colectivo de sexólogos en general dicen que sí. ¿Tienen todas las herramientas éticas y morales para decidirlo solos? Se aceptan todo tipo de opiniones…


*Director de Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Señor de Sipán

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